martes, 18 de febrero de 2014

Una vida con otros ojos.


En uno de esos ahora incontables momentos de reflexión, me encontré con esa sensación de estar viendo el mundo con ojos diferentes, obvio fue casi imposible no pensar en aquella película que me gusta tanto, desde la misma portada, ya no hablemos de la trama.
Me di cuenta también que apenas me estoy acostumbrando a esta nueva visión, tengo momentos de visión borrosa y momentos de ser abrumado por las nuevas imágenes. 
No puedo decir mucho más de esta nueva manera de percibir, como todas las cosas nuevas, no es fácil de asimilar, sobre todo cuando no solo es diferente sino que rompe, o termina de romper, con prácticamente todas las estructuras con las que sostenías viejos conceptos. Conceptos tan básicos que me ha llevado a cuestionar una cantidad brutal de cosas.

¿Qué demonios hacer con esto?

Eso no lo sé, creo que como ha resultado en mi vida, esto también será cuestión de tiempo y paciencia. (¡Puta paciencia!)

A estas alturas, muchos de ustedes habrán pensado que ver el mundo diferente no es malo, que el cambio siempre nos lleva a mejores lugares, que hay que evolucionar... 

En mi caso no estoy tan seguro de esas bondades, pues como siempre lo dije "hay que cambiar, ¡¿pero a qué, o a dónde?!"

Debemos tener bien claro que no solo por cambiar resultará algo bueno, y aquel que piense lo contrario, le cambio una vieja cámara por su más moderno equipo fotográfico. Total... 


En fin... Como decía mi madre...

   "¡Ya veremos! Dijo un ciego... y nunca vio" 

No hay comentarios: